El Fanatismo

Esta mañana, leyendo un texto de Ana Schwarz sobre el respeto a las creencias de los demás, reflexioné acerca del fanatismo.
El fanatismo es un comportamiento irracional y en muchas ocasiones violento, pues supone una adehesión a una causa deportiva, religiosa, política, etc.) y el fanático está convencido que su idea es la mejor, es la única válida y menosprecia las opiniones de los demás.
No hay una edad peligrosa para "convertirse" en fanático, hay muchos embaucadores que maneujan muy bien las palabras y pueden llegar a convencer casi a cualquiera; el punto de vulneabilidad es cuando creemos que nuuunca nos va a pasar a nosotros, personas "educadas" con "estudios", pero si le puede pasar a cualquiera.
Cualquiera que se encuentre en un estado de vulnaribilidad psicológica por por estar atravesando un monmento difícil en la vida, y vaya que hay muchos momentos difíciles; pero la pérdida de un empleo, el cambio de casa, una separación, la muerte de un ser querido o una enfermedad nos hacen más vulnerables.
Es difícil decir cómo no caer en situaciones de este tipo y es difícil darse cuenta cuando una persona cercana a nosotros está en peligro de caer en el fanatismo.
Dónde está la línea entre el respeto a las creencias y poner un alto cuando quieren vulnerar nuestra individualidad?
Hasta ahora a mi me ha funcionado repetar el punto de vista del que está junto a mí, no caer en discusiones que no van a llegar a ningún punto pero dejar muy claro que yo tengo mi forma de pensar.
Como mamá me preocupa la etapa difícil de la adolecencia (en la que ya estoy entrando), porque el brío de la juventud y la búsqueda de la identidad propia típica de toda persona que está creciendo (en todos sentidos) hace más delgada la línea del repeto a los hijos y la educación en los valores que mantienen unida una familia. Cómo mantener lejos del peligro a los jóvenes? Cómo prepararlos para que defiendan sus ideales sin que sean fanáticos?
En lo personal me inclino por mostrarles lo que pasa en el mundo, que sean responsables consigo mismos porque toda acción trae una reacción o consecuencia, favorable o desfavorable.
Siempre espero lo mejor.
Que los ángeles los protejan
Besos
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